
Entre las razones que esgrimen, está que la sanidad debe financiarse con impuestos y no con limosnas o caridad, que los ricos deben tener una fiscalidad más alta y que los profesionales sanitarios somos los que deberíamos decidir dónde hace falta el dinero.
Desde mi visión de profesional sanitario, quizás destinaría parte de ese dinero a la Atención Primaria donde se puede hacer mucho por la promoción de hábitos de vida saludables que pueden disminuir la incidencia de cáncer, así como cribados y detección precoz. Pero no por ello rechazaría la donación, si no que probablemente sugeriría al donante una redistribución de los millones.
Aceptamos que se salga a la calle con huchas donde cada ciudadano que quiera o pueda, deposite unas monedas con frases como «En tu donación puede estar la cura del cáncer» o «Toda ayuda suma», pero no aceptamos que una de las mayores empresas de este país llene esa hucha. Porque para recaudar 320 millones de euros hay que salir muchos días durante muchos años a la calle. Si alguna vez habéis hecho una donación a alguna de las asociaciones contra el cáncer, o si os habéis pateado plazas y calles hucha en mano buscando la solidaridad de la gente, sabréis como yo que si al final de la mañana has reunido 30 euros te puedes dar por contento.
El orgullo no salva vidas.


Si el dinero de Ortega sirve para que alguien no desarrolle cáncer, se trate a tiempo o no pase por lo que pasan a diario miles de personas en este país, lo quiero. Y si la familia Ortega lo hace como opinan algunos por un “lavado de imagen”, pues allá ellos con su conciencia, no veo que otras grandes familias de este país como los Pujol, por poner algún ejemplo, hagan donación alguna. Y a lo mejor tenían más que lavar.
Quiero los equipos de alta tecnología, pero también quiero personal para manejarlos y reducir las listas de espera. De poco nos servirán si no hay personal sanitario que los maneje o que lo haga sólo en horario de mañana y de lunes a viernes porque de tarde o los fines de semana no hay nadie en plantilla para hacerlo. Señores consejeros de salud, ya que se han ahorrado un buen pellizco en la compra de tecnología, inviértanlo en la contratación de personal.
Así que señores y señoras de las asociaciones que se han manifestado en contra de la donación, ya que la rechazan tajantemente, les propongo un ejercicio de reflexión: si algún día, el destino no lo quiera, se ven en la necesidad de recurrir a los equipos donados como pacientes o acompañantes, ¿qué harían?.
Estoy completamente de acuerdo contigo, salvo que puntualizaría que en Santander, los Botin han aportado dinero para la adquisición y mejora de aparatos en el Hospital. Hay a quien le parece mal, quien ve en ello una manera de limpiar sus finanzas pero es un beneficio para todos. Un saludo!
ResponderEliminarAl ser una donación para ese hospital en concreto la desconocía, y he buscado y no he encontrado nada al respecto. Gracias por la puntualización.
EliminarLo he corregido, gracias de nuevo.
EliminarSeguramente, esa gente que rechaza tajantemente la donación tienen una tarjeta de seguro privado sin copago, sin esperas y sin respuestas como "no te mereces una citologia porque no estás en un grupo de riesgo" y dos años más tarde de regalo un vaciado de útero. En fin, que no lo quieran ellos. Esto es como cuando en una comunidad de vecinos se decide poner ascensor y el del primero no quiere poner dinero.... Muy bien, pero ay! Del día que tengas que subir a pedir sal andando....
ResponderEliminarHay donaciones a la sanidad todos los días, donaciones ANÓNIMAS, de las que los medios no se hacen eco (lógicamente, son anónimas). Lo que ha hecho Amancio es lavar su imagen (muy devaluada últimamente, que se lo pregunten en Brasil), y lo que es peor, dar una limosna. Como si tú echaras en las huchas de las que hablas 2 céntimos. Y aún así sería mayor porcentaje sobre tu capital que su "donación" sobre la suya.
ResponderEliminarEsto no se trata de que los que más ganan paguen más impuestos —que también—, se trata de que al menos PAGUEN ALGO. Con lo que dejan de pagar (no pagan nada) Amancio y demás empresaurios del montón, se podrían reconstruir todos los hospitales españoles, y aún sobraría para volver a derribarlos y volver a construirlos de nuevo.
Se empieza normalizando y tolerando las donaciones de los magnates a la sanidad pública, y se termina tolerando y tragando una sanidad de PAGO. Porque no nos olvidemos, lo que todos estos mandamases, bancos, medios de comunicación privados, empresaurios quieren es una sanidad PRIVADA. Y camino de ello vamos. Es cuestión de tiempo. Ya nos arrepentiremos, ya.
PD: De la demagogia barata de nombrar a los niños con cáncer ni hablo. Patético.
Aquí el único tema es que nadie debería rechazarlo porque son vidas. Que para él sea una limosna, que deba contribuir más con el país, o la privatización de la sanidad, no son los temas a tratar. Y él ahí no pinta nada. Eso es cosa del gobierno, las leyes, organismos oficiales etc. Que son los que deberían cambiar las situaciones que se están dando actualmente, y no lo hacen.
EliminarSí a esas asociaciones les importara verdad la gente con cáncer aceptarían la donación. Mejor salvar a miles de enfermos por la donación de un rico, que ver cómo fallecen por simple orgullo.
ResponderEliminarMe parece que el fondo de la cuestión es que esa donación está hecha de tal modo que ellos no van a poder meter la mano. En cuanto a que Ortega no paga, en este enlace puedes ver la factura fiscal de Inditex. No evade impuestos, hace lo que hacemos todos, intentar que la declaración le salga lo más favorable posible dentro de la legalidad. https://cincodias.elpais.com/cincodias/2016/07/25/empresas/1469456044_595995.html
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