Es evidente que las actividades de ocio en la infancia han cambiado notablemente en los últimos años.
Mientras que antes, en la infancia, se dedicaban muchas horas de ocio a jugar al aire libre, y con mis recuerdos acerca de ello parezco la abuela zapatilla, las nuevas tecnologías han cambiado este comportamiento y ahora los niños dedican muchas horas al ocio sedentario: videojuegos, tablets y televisión son la primera elección en muchos hogares.
La actividad física regular es un hábito saludable que no hay que dejar de lado. Aunque en invierno, cuando más frío hace, no apetezca tanto salir a jugar a la calle o al parque y se tiende a pasar más horas en casa, es muy recomendable seguir ofreciendo oportunidades de actividad física a nuestros hijos,sobrinos, ahijados... aunque haga frío. Quedarse en casa en lugar de hacer el ejercicio previsto al aire libre debe ser algo puntual. La casi nula práctica de actividad física, puede ser uno de los principales factores de riesgo. Tanto es así que en las últimas décadas los distintos gobiernos, sí aquí entra hasta el de EEUU con la mismísima Michelle Obama jugando al hula-hoop, han desarrollado programas de salud infantil, tomando el ejercicio físico como un factor tan importante como la alimentación.