No sabemos desayunar... o al menos eso es lo que dicen los estudios. Os cuento.
Hace poco llegó a mis manos el estudio EnKid realizado en 5000 jóvenes entre 2 y 25 años. De este estudio se desprendía que un 8% no desayunaba y que sólo un 25% lo hacía correctamente. Conclusión: desayunamos mal y a nuestros hijos le estamos enseñando a hacerlo mal también.
El estilo de vida actual y la sensación constante de falta de tiempo están dando lugar a cambios en el modelo de distribución tradicional de las comidas, afectando sobre todo al hábito del desayuno que llega incluso a desaparecer... y no debemos olvidar que un desayuno equilibrado se ha asociado con un mayor rendimiento físico e intelectual.