Garrapata hembra |
Contrariamente a la creencia popular, las garrapatas no saltan de la planta al huésped (animal o humano); si no que suelen estar en el extremo de las hierbas altas esperando para engancharse a cualquier huésped que pase.
Una vez en el cuerpo del huésped perforan la piel para succionar su sangre, hinchando su cuerpo hasta superar varias veces su tamaño para acumular la mayor cantidad posible de sangre.
Aunque al cabo de un par de días terminan soltándose solas, conviene eliminarlas lo antes posible.
En el 60% de los casos su picadura es inofensiva, pero las garrapatas son vectores de numerosas enfermedades como el tifus, la enfermedad de Lyme o la fiebre bovina, pudiendo ocasionar en el paciente trastornos de la conducción cardíaca, problemas motrices, náuseas, fiebre, mareos...