Si de algo nos quejamos las enfermeras (y con razón) es de la mujer que llama de la bolsa de empleo. Fijaos hasta que punto nos tiene traumatizadas que le he dedicado un capítulo entero en La Vida es Suero (página 57), pero de sus historias, su manera de seguir la lista para dar los contratos y su amabilidad al teléfono se podría escribir una novela entera. A mi, sin ir más lejos, hasta me parecen amables los del 1004 a su lado, pero he de reconocer que se me sigue escapando una lagrimilla de felicidad cada vez que me llama aunque sepa que es para darme un contrato de un día en vete tú a saber dónde.
sábado, 31 de mayo de 2014
lunes, 12 de mayo de 2014
FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA ENFERMERÍA
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